jueves, 30 de julio de 2015

¿LA ILUSIÓN DEL LIBRE ALBEDRÍO? ¿QUIÉN ERES TÚ?; Escrito por Kanijo en Ciencia General,


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Puedes creer que te conoces a ti mismo, pero estás equivocado.
Los científicos que estudian cómo se identifican y comportan las formas del cerebro dicen que en realidad no estamos muy seguros de quien somos de verdad. Gran parte de lo que dirige nuestras acciones y forma nuestra personalidad es inconsciente.
La naturaleza de la consciencia ha desconcertado durante mucho tiempo a los psicólogos y científicos cognitivos, pero una reciente investigación está consiguiendo un consenso, dijo Ezequiel Morsella, psicólogo de la Universidad de Yale.
Si piensas en el cerebro como en un conjunto de ordenadores, cada uno de ellos realizando distintas y complejas tareas y procedimientos, la consciencia es como una red Wi-Fi que integra las actividades de los ordenadores de forma que puedan trabajar juntos, explicó Morsella.
Por ejemplo, si llevas un plato de comida caliente a la mesa, uno de los “ordenadores” de tu cerebro te dirá que tires el plato porque está quemando tu piel, mientras que otro te dirá que aguantes para que la comida no termine en el suelo.
El cerebro requiere de la “red Wi-Fi” de la consciencia para que los distintos ordenadores puedan interactuar, deliberar y decidir qué hacer.
Es “un estado físico que integra los sistemas del cerebro que de otra forma estarían dispersos”, dijo Morsella en una entrevista telefónica.

MÁS DE LO QUE ENCONTRAMOS EN LA MENTE.
Por tanto cuando llega a nuestras acciones, la consciencia en realidad sólo roza la superficie. La mayoría de las cosas que dirigen lo que hacemos están embebidas en las redes neuronales de forma que no esté accesible al pensamiento consciente, dijo Joseph LeDoux, neurocientífico de la Universidad de Nueva York.

“La idea cotidiana intuitiva sobre el sentido de uno mismo y su control sobre la conducta es tan incorrecta como que la Tierra es plana”, concede Morsella. Aunque pensamos en nosotros mismos como agentes independientes, no lo somos. Todo lo que hacemos están influido por procesos inconscientes y nuestro entorno, añadió.

Por ejemplo, aunque podemos ser conscientes de nuestros impulsos, a menudo somos inconscientes sobre los procesos que lo crearon. “Mi ojo puede haber escaneado un dibujo de una hamburguesa en una revista, y entonces pocos minutos más tarde, tengo esta necesidad”, dijo Morsella. “No somos conscientes de las fuentes evolutivas de gran parte del comportamiento”.

Otras veces, no estamos seguros siquiera de los impulsos. Las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que comparado con lo que se esperaría por simple probabilidad, más hombres llamados “Ken” se mudaron a Kentucky y más “Florences” a Florida; más hombres llamados “Dennis” se hicieron dentistas y más “Lauras” se hicieron abogados (en inglés lawyer).

De acuerdo con John Bargh, psicólogo de la Universidad de a Yale, estos sorprendentes hallazgos son muy probablemente el resultado de una atracción evolutivamente dirigida a las cosas similares a nosotros — una necesidad que proviene de la idea de que deberíamos aparearnos con gente que nos recuerda a nosotros debido a que es más probable que compartan nuestros genes y nos ayuden a impulsarlos hacia la siguiente generación.

La mayor parte de la gente, por supuesto, no es consciente de tener tales impulsos. “Está clara la influencia del inconsciente, dado que nadie afirmaría que su nombre es una razón para tomar estas importantes decisiones en la vida”, escribió Bargh sobre los hallazgos.
COMPRENDERNOS A NOSOTROS MISMOS.

Dado el papel limitado que la consciencia desempeña en formar nuestra conducta y personalidad, y la complejidad de todos los otros sistemas que nos influyen, no es fácil de entender cómo nos convertimos en las personas que somos.

La mayor parte de la investigación actual se centra en cómo funcionan los sistemas individuales, pero tal vez la ciencia necesita aproximarse al cerebro de una forma distinta — diseñando experimentos provocar la actividad de múltiples sistemas al mismo tiempo, dijo LeDoux.

“Necesitamos comprender cómo el procesado de la información a través de muchos sistemas, tanto conscientes como inconscientes, determinar simultáneamente cómo pensamos, actuamos, sentimos y más globalmente, cómo somos lo que somos”.
Dijo a LiveScience.

Tomado de la Revista Libertad de Paraguay

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