Salud - Fuerza - Unión
El miércoles 1 de septiembre del 2010 de la era vulgar, a las 10:00 horas de la mañana, los ciudadanos de Tijuana han sido convocados para acudir a manifestarse en defensa del Parque "Benito Juárez" y del bosque que lo rodea, espacio público del que un grupo de Notables del ala más conservadora de esta ciudad pretenden apropiarse para convertirlo en una área de explotación comercial privada.
Nadie está en contra de las Empresas Privadas que invierten su propio dinero y arriesgan su patrimonio para abrir nuevas fuentes de trabajo. Tampoco estamos en contra de obras que mejoren la imagen urbana o los servicios públicos de nuestra ciudad, pero en este caso es nuestro deber manifestar que es inmoral y antiético -por decir lo menos- planear una obra de relumbrón sirviéndose de bienes públicos para beneficio privado, en una zona en la que cada metro cuadrado cuesta una verdadera fortuna y en la que existe una área arbolada que constituye uno de los escasos pulmones de oxigenación para la mancha urbana del centro de la ciudad, todo por un afán de aprovechamiento ventajoso para unos cuantos y detrimental para la inmensa mayoría de la ciudad.
Mejor haría el Gobierno del Estado de Baja California si empleara el dinero del erario en construir escuelas o clínicas periféricas, en vez de aportarlo -siendo nuestro, de todos- en beneficio de particulares y menos aún, en beneficio de una denominación religiosa en particular.
Quien quiera hacer negocios -siendo legítimos- que invierta su propio dinero. No es posible que, utilizando bienes que son de orden público, y peor aún, echando mano de los fondos del erario -que son de todos- unos cuantos Notables vayan a obtener concesiones desmesuradamente ventajosas despojando a la Ciudad de áreas públicas que, por serlo, son de todos.
Es paladinamente injusto obtener gratis -apropiándose de terrenos ya urbanizados de orden público- cuando todos los empresarios de la Zona del Río de Tijuana invirtieron -al comprar cada metro cuadrado de terreno a precio comercial- llevando incluido en el mismo, el costo de la magnífica urbanización de esa zona. Enriquecerse con bienes públicos parece no ser un caso aislado sino persistente. Peor aun, pudiera convertirse en una aberrante 'política de estado' y es por lo tanto, un deber de todo ciudadano denunciarlo públicamente.
Finalmente, los Masones bien nacidos no podemos permanecer cruzados de brazos cuando se nos demuestra que los grupos conservadores, en su ataque permanente en contra de todo lo que huela a las Leyes de Reforma, o contra todo lo que lleve el nombre o la imagen del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez, pretenden, de paso, eliminar hasta el nombre cívico del lugar: "Parque Benito Juárez", para trocarlo, pomposamente, en otra cosa: la "Plaza Once de Julio" (sic), como si este nombre pudiese opacar la Obra Magnífica del prócer que salvó a la Patria de la Invasión Francesa, que la libró de los afrancesados vende-patrias que fueron al Palacio de Miramar para instaurar un Imperio con un Monarca extranjero y, finalmente, el Gran Estadista que separó a la Iglesia de los asuntos del Estado, declarando a México como Estado Laico, por más que de nuevo -sus contrincantes de siempre- pretendan volver por sus fueros cuando, desde el púlpito, regían vidas y haciendas.
Se os convoca, por lo tanto, junto con todos los Masones de Honor con que contéis, para que acudáis en defensa de esta causa, que por justa y necesaria, no puede soslayarse.
Por una Masonería cívica y participativa en la sociedad en la que está inmersa.
FRATERNIDAD MASÓNICA DE BAJA CALIFORNIA
