domingo, 9 de enero de 2011

LA FRANCMASONERÍA OCULTA EN EUROPA CONTINENTAL; DEL LIBRO LA REVELACION DE LOS TEMPLARIOS

“Todo es más simple de lo que el hombre se imagina y,  al mismo tiempo más complejo de lo que puede comprender”
Goethe

Nadie puede ayudar ni liberar por la fuerza a un hombre que no quiere ser libre, que desea todo lo contrario.  La liberación es posible, pero sólo como resultado de trabajos prolongados, de grandes esfuerzos y sobre todo de esfuerzos conscientes hacia una meta definida.
G. I. GURDJIEFF

por Lynn Picknett y Clive Prince
Es complicado reseguir la propagación de la francmasonería desde las Islas Británicas hasta el continente y el ulterior desarrollo de aquélla en Europa. En buena parte contribuye a la dificultad el afán de la moderna «corriente principal» de la masonería, consistente en marcar distancias con respecto a sus orígenes esotéricos. Además no se encuentran historiadores dispuestos a tomarse en serio el tema.

En Francia las primeras logias masónicas oficialmente reconocidas se establecieron poco después de 1720, bajo el control de la Gran Logia de Inglaterra. En la época, no obstante, existían ya logias en Francia cuyo origen se retrotrae a la presencia de partidarios (sobre todo, escoceses) de Carlos II, quienes le acompañaron en el exilio durante el decenio 1651-1660.

Por consiguiente, la Historia de la masonería en Francia debe distinguir dos corrientes distintas, la descendiente de las logias inglesas (que formaron en 1735 su propia Gran Logia en París), y la derivada de las logias escocesas, en lo que alternan períodos de mutua hostilidad con los intentos de reconciliación. La fundación de la Gran Logia de Francia en 1735 supuso una ruptura con la Gran Logia inglesa, siendo el desacuerdo debido precisamente a que Londres no veía bien que «sus» logias tuviesen buenas relaciones con las escocesas.

Parece que la masonería escocesa permaneció más próxima al carácter originario de la francmasonería como sociedad secreta ocultista, mientras que en Inglaterra se convirtió en una asociación de ayuda mutua, o sistema de reparto de recomendaciones, o una sociedad filosófica en el mejor de los casos. Desde luego la masonería escocesa tuvo siempre un carácter marcadamente oculto.

La creación de la Observancia Templaria Estricta por el barón von Hund hacia finales del decenio de 1740 significó una nueva evolución dentro de la francmasonería escocesa. El mismo Von Hund decía tener autoridad delegada por miembros de los partidarios de los Estuardos exiliados en París. Este círculo estaba centrado alrededor de Carlos Eduardo Estuardo (1720-1788), el llamado «Joven Pretendiente». Si aquella afirmación fuese cierta —y los estudios recientes tienden a corroborar que lo era—, entonces este sistema derivaría de los mismos círculos que la ya existente obediencia escocesa.

Aunque Von Hund fue recibido en París y empezó a promover en Francia su nuevo sistema, la mejor acogida de la Observancia Templaria Estricta aconteció en su Alemania natal, donde fueron conocidos al principio como los Hermanos de san Juan el Bautista. (El título de «Observancia Templaria Estricta» no lo adoptaron hasta 1764 en realidad, ya que anteriormente el sistema en sí se denominaba sencillamente «masonería rectificada».) Von Hund creó la primera logia alemana, la de los «Tres Pilares», en Kittlitz, el 24 de junio de

1751, día de san Juan Bautista. Las logias alemanas tuvieron estrechos vínculos con las sociedades rosacruces, en especial la Orden de la Cruz Oro y Rosa (véase el capítulo 6).
 
En 1773 se creaba en Francia el Gran Oriente, una autoridad rival de la Gran Logia. El punto principal de discrepancia entre ambos sistemas era la admisión de mujeres en la francmasonería: el Gran Oriente admitió logias exclusivamente femeninas. Pero luego el Gran Oriente sufrió un considerable trastorno debido a lo que se entendió era un intento de absorción por parte de la Observancia Templaria Estricta. Lo cual suscitó fuerte oposición, en parte por nacionalismo ya que consideraban a ésta un sistema extranjero, peor aún, alemán.

 De resultas de todo esto se creó en 1804 un nuevo sistema «escocés», el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (que luego llegó a tener gran aceptación en Estados Unidos). (Para dificultar todavía más la cuestión actualmente existe una Gran Logia Nacional Francesa, a no confundir con la Gran Logia de Francia; aquélla, aunque minoritaria en cuanto a número de logias representadas, se halla en alianza con la Gran Logia inglesa.)

En 1761 Martinès de Pasqually (1727-1779) fundó otra forma de francmasonería oculta, la Orden de los Cohen Electos. Muy pocos antecedentes constan acerca de Pasqually, excepto su probable origen español. Algunos estudiosos creen que tuvo relaciones con los dominicos, y dada la tradicional vinculación de esta orden con la Inquisición pudo consultar materiales, heréticos y mágicos en los archivos de ésta. También pudo presentar, a demanda de la Gran Logia de Francia, unas credenciales otorgadas a su padre por Carlos Eduardo Estuardo, lo cual le relaciona con la masonería escocesa que avaló al barón Von Hund.1

De Pasqually tuvo un secretario llamado Louis Claude de Saint-Martin, que llegó a ser importante e influyente filósofo ocultista al que llamaban el «Filósofo Desconocido». Saint-Martin formó un nuevo sistema de masonería escocesa, el Rito Escocés Reformado, el cual se unió a la rama francesa de la Observancia Templaria Estricta durante la Convención de 1778 en Lyon. Fue ésta una asamblea de masones de rito escocés a la que acudieron también representantes de la francmasonería suiza. La fuerza motriz principal del encuentro de Lyon fue Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824), que también era miembro de los Cohen Electos. Allí se unificaron bajo el nombre de Rito Escocés Rectificado los de Von Hund y los de Saint-Martin, como queda dicho.

 (La filosofía de éste, el martinismo, fue una influencia preponderante en el resurgimiento del ocultismo francés a finales del siglo XIX, sobre todo en relación con los grupos «rosacruces» que hemos comentado en el capítulo 7, y las relaciones entre las órdenes martinistas y el Rito Escocés Rectificado siguen siendo estrechas a la hora de escribir estas líneas.)
La Observancia Templaria Estricta fue abolida en la Convención de Wilhelmsbad (1782), reconociéndose como legítimo el sistema del Rito Escocés Rectificado (que era, en esencia, la Observancia Estricta bajo un nuevo nombre y con adición de algunas creencias martinistas).

La Observancia Templaria Estricta sobrevivió también a través de su influencia sobre otra forma de francmasonería «oculta», los Ritos Egipcios creados por el conde Cagliostro (véase el capítulo 7). Después de ser admitido en 1777 a una logia de Londres (Esperance 369) de la Observancia Estricta, Cagliostro desarrolló su propio sistema, que incorporaba ideas alquímicas y otras aprendidas de grupos ocultos alemanes. En 1782 creó la «logia madre» del Rito Egipcio en Lyon. Rasgo distintivo de este sistema, aparte el empleo de simbolismos tomados del antiguo Egipto, era la igualdad funcional de la mujer.


También es significativa la fecha fundacional de este sistema. Los incrédulos atribuyen la fundación de la francmasonería de rito egipcio a la moda europea de todo lo egipcio causada por la campaña de Napoleón (durante la cual fue descubierta la famosa piedra Rosetta); sin embargo esa aventura egipcia fue en 1789-1799, posterior a la instigación del sistema masónico.

En 1788 se creó en Venecia el Rito de Misraïm bajo credenciales otorgadas por Cagliostro, y en 1810 lo llevaron a Francia los tres hermanos Michael, Joseph y Marcus Bedarride, oriundos de Provenza.  Éstos crearon un Gran Capítulo en París e iniciaron negociaciones para unirse al Gran Oriente. También establecieron relaciones con el Rito Escocés Rectificado, lo cual implicaba el reconocimiento del origen común de ambos sistemas en la Observancia Templaria Estricta. Los cuatro grados máximos del Rito de Misraïm recibieron el nombre de Arcana Arcanorum.
Otro rito egipcio importante fue el de Menfis, creado en Montauban en 1838 por 

Jacques-Etienne Marconis de Nègre (1795-1865), que había sido miembro del Rito de Misraïm. También este sistema estaba estrechamente relacionado con el Rito Escocés Rectificado.  En 1899 Gérard Encausse (Papus) unificó los Ritos de Menfis y de Misraïm, tras haber fundado y dirigido una Orden Martinista (véase el capítulo 7).

Así pues, el Rito Escocés Rectificado, los Ritos Egipcios y las órdenes martinistas forman un grupo de sociedades interconectadas con origen común en la Observancia Templaria Estricta del barón Von Hund —que deriva a su vez de los caballeros templarios de Escocia— y las logias rosacruces de Alemania.

Fraternalmente
R:.H:. Alberto Dulanto Pardo Figueroa
B:.R:.L:.S:. Sol del Perú No 73