lunes, 17 de agosto de 2015

Manipuladores ocultos…Es muy importante prestar atención al trasfondo de ciertos discursos que



Manipuladores ocultos…
 “Me descalifica… Lo hace para descalificarme…”
 Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS
Es muy importante prestar atención al trasfondo de ciertos discursos que – hoy por hoy – suelen resultar frecuentes. Personas, quienes ocupando rol de víctimas, lastimeramente se quejan sobre lo maltratados que son a todo aquel que acepte prestarles el oído.
Discursos de ésta índole:
“Ayer, la verdad, me sorprendió lo que dijiste y me dejó pensando cómo buscas situaciones para descalificarme y darle lugar a tus dichos de que hago todo mal… me llaman la atención estas situaciones por que yo tengo muy claro lo que hice así como lo que dije y nada de eso justifica que tengan malas opiniones sobre mí.”
“Está claro que buscas descalificarme permanentemente y cualquier cosa te sirve para eso. Haga lo que haga vos todo lo transformas en una falta.”
Pareciera que se trata de alguien que esta afectivamente herido; una persona que se siente afectado por falsos e injustos dichos ajenos.
Pero lo cierto es que éste tipo de decires son muy usuales en manipuladores ocultos. Desde la autovictimización y la búsqueda de provocar lástima en los demás, persiguen generar cambios conductuales en aquellos otros.
Alcanza con analizar los dos textos transcritos más arriba para notar – de inmediato – que son frases vacías de contenido. Adjetivan si; pero no buscan probar racionalmente la posición que pretenden sostener. No hay fundamentación alguna. Más bien aparecen como meras producciones emotivas; algo que bien puede ser un sentimiento pero no por ello un hecho cierto.
Ocurre que, para fundamentar sus reiteradas quejas, tendrían que exhibir pruebas concretas. Pongo un caso, si alguien me dijera que yo escribo mal, ni se me ocurriría expresarle que dice eso para descalificarme, sino que le mostraría los comentarios críticos favorables que se han hecho a mis libros. O bien, teniendo yo certeza sobre la calidad de mi escritura, haría oídos sordos a tales comentarios.
Empero, cuando los dichos quedan circunscriptos a meros lamentos estamos frente a alguien que busca falsear una verdad que le han arrojado sobre la cara. Y si bien es cierto que tales reacciones pueden ser inconscientes (nos recuerda Carl G. Jung que toda reacción desproporcionada tienen su causa en que se afectó un complejo que se halla sin resolver) en otras oportunidades se trata de reales manipulaciones cuyo objetivo no es otro que seguir dirigiendo conductas ajenas.
Por eso ante situaciones así uno suele señalarle a quien aparece como víctima: “Si tanto daño moral te están haciendo, ¿por qué no tomas inmediata distancia de ese dañino vínculo?” ¡Porque, la verdad, ninguno se queda quieto dentro del edificio cuando están gritando que hay un incendio!
En estos casos el autovictimizado comienza a enunciar una cantidad de motivos (siempre banales e injustificados) por los que no puede dejar de lado a quien lo mortifica; más todavía, aprovechará nuestra propuesta para volver a remarcar que todo sería distinto si el otro cambiara su conducta y empezara a ser como se desea. Allí queda evidenciada la conducta manipuladora de quien está fungiendo como agredido moral.
Mas podemos hacer otra cosa. Indicarle que ya que no encuentra la fuerza para alejarse de esa fuente dañina, debiera consultar un profesional idóneo. Allí es cuando nos responderá que él está muy bien, que no necesita ayuda alguna, que lo que está haciendo es lo correcto y que, en todo caso, habría que decirle al otro que vaya al profesional.
Como puede advertirse esto que hemos denominado el manipulador oculto es un bastión realmente inexpugnable. Por eso recomendamos a quien se enfrentan a tal tipo de personalidad que sean ellos quienes con premura tomen distancia de esas autoproclamadas “víctimas”. Eso sí, al actuar de este modo los obligarán a salir a buscar nuevas relaciones donde les sea posible volver al sitio cómodo de presentarse como pobres maltratados morales.
Antonio LAS HERAS es doctor en Psicología Social y magíster en Psicoanálisis. Profesor de Psicología Junguiana en la Universidad Argentina John F. Kennedy. Gran Cruz Kennedy (1998) “por sus investigaciones originales en Psicología Junguiana.” Autor del best seller “Permiso Para Una Vida Mejor” (Guía para el desarrollo del poder mental y creación de pensamiento positivo), Editorial Atlántida.
www.antoniolasheras.com   alasheras@hotmail.com    @LasHerasAntonio

Tel.: 54 11 4502 9692
scoutsdebajacalifornia.wordpress.com
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