domingo, 16 de enero de 2011

¡Liberales no nos vamos a callar más!

El 15 de enero de 1847, Benito Juárez, entonces diputado del congreso general de Oaxaca, ingresó a la masonería en la logia Independencia número 2, del rito nacional mexicano.

¡Liberales no nos vamos a callar más! 
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Isauro Gutiérrez recordó que el 15 de enero de 1847, don Benito Juárez ingresó a la masonería en la logia Independencia número 2, del rito nacional mexicano. Fotos: Alicia Sosa/ El Sol de Morelia. Nos arremangaremos la camisa para convertirnos en masones operativos, advierten El Sol de Morelia 16 de enero de 2011
Miguel Angel Perez Rios

Morelia, Michoacán.- "Los liberales ya no nos vamos a callar más, nos arremangaremos la camisa para convertirnos en masones operativos, en constructores del México nuevo que todos deseamos para nuestros hijos. El de hoy, ya no es un llamado, levantamos la voz, declarando que inicia el camino para un país libre y soberano", fue la sentencia de Isauro Gutiérrez Hernández, orador oficial del acto conmemorativo por el Día Nacional de la Masonería, en la plaza Benito Juárez, de esta ciudad de Morelia.

El 15 de enero de 1847, Benito Juárez, entonces diputado del congreso general de Oaxaca, ingresó a la masonería en la logia Independencia número 2, del rito nacional mexicano. En la ceremonia de iniciación estuvieron presentes Miguel Lerdo de Tejada, Manuel Crescencio Rejón y el gran maestro Valentín Gómez Farías.

Por eso, refirió Gutiérrez Hernández, acudimos aquí, ante la estatua del Benemérito de las Américas, a celebrar el Día Nacional de la Masonería y el tema que hemos de abordar será, necesariamente, la importancia del pensamiento liberal en los actuales momentos de la historia de México.

Resaltó que el auténtico liberalismo, omnipresente en todas las etapas del cambio histórico de México, representa el pensamiento de avanzada y compromiso social: "decía Platón que la virtud es una especie de salud, de belleza y de buenas costumbres del alma".

Acentuó que el propósito de la masonería es, precisamente, formar hombres y mujeres de virtud que sirvan a la sociedad en cualquier ámbito, lo que implica un proceso de formación que beneficia a todos, "porque formamos parte de una sociedad que requiere cada día de  hombres y mujeres virtuosos, de buenas costumbres, que aporten acciones de valor trascendental".

Muchos ciudadanos se preguntan ¿qué está haciendo la masonería en estos tiempos aciagos? en los que, resaltó, el pensamiento liberal hace tanta falta para poner freno a los ambiciosos y fementidos que usufructúan los puestos públicos para hacerse de riquezas, a costa de la miseria del pueblo.

La sociedad, destacó, demanda el resurgimiento de los liberales, como el brazo ilustrado que surja del pueblo para poner en su sitio a los que medran con el poder político, a quienes se esconden tras la máscara de benefactores públicos para engañar a los electores y escalar posiciones en las que después se olvidan de quienes los llevaron al poder.

Agregó que la soberanía, decía José María Morelos, dimana inmediatamente del pueblo, el que solo quiere depositarla en sus representantes, pero un día sí y otro también, "nos damos cuenta que ésta, es un juguete con el que se divierte el presidente de la República para beneficiar con medidas fiscales y el encarecimiento de productos, a sus amigos, los dueños del capital".

La libertad y la soberanía nacional, apuntó Isauro Gutiérrez, son dos conceptos que se entrelazan de manera tal, que una no puede existir sin la otra, porque solo así es posible establecer las normas y procedimientos que enmarquen el estado de derecho, como requisito esencial de la convivencia armónica, entre los individuos y las naciones.

"Entendida como la facultad natural que tiene el hombre de actuar por decisión propia, impulso o voluntad para obrar de una manera u otra, o bien, mantenerse pasivo, la libertad es, en esencia, uno de los derechos fundamentales del ser humano. Toda persona puede actuar de cualquier manera, sin que perjudique a los demás y sea consistente con la oportunidad equivalente de los otros para hacer lo mismo".

Históricamente, dijo, existen dos tipos de doctrinas encaminadas a justificar el concepto de soberanía: teocráticas y democráticas. Según las primeras, los gobernantes han recibido de Dios su derecho a gobernar.

Esta concepción es la que prevaleció hasta el desarrollo de la democracia que trajo implícita la revolución francesa. Las doctrinas democráticas de la soberanía se basan en la constatación de la igualdad entre los hombres: "estas doctrinas tomaron desde su comienzo, dos vertientes distintas: para Rousseau, la soberanía reside en el pueblo, entendiendo a éste como el conjunto de los individuos que lo componen".

Subrayó que esta teoría lleva consigo la democracia basada en el sufragio universal: "la otra orientación se basaba en el concepto de soberanía nacional, empleado por primera vez, en la Asamblea Constituyente francesa de 1789. Para los políticos burgueses, el pueblo era asimilado al concepto de nación, considerada como un ser real distinto de los miembros que la componen".

Abundó que al unir los conceptos de libertad y soberanía nacional, "nos encontramos con que la primera es un requisito indispensable para la segunda, es decir, para que pueda existir soberanía nacional se impone la necesidad de que haya un régimen de libertades, acotadas por un estado de derecho".

Los masones, explicó, sostienen la libertad como la piedra angular de su razón de ser, hombres libres y de buenas costumbres, "es la presunción que nos lleva a conjuntar ideas y conceptos, que intentan encontrar los caminos del crecimiento humano individual y social".

Pero, aseveró: "si somos hombres libres, podemos escoger entre la pasividad de ver pasar los cambios, o bien, asumir el compromiso de generarlos para darle un nuevo rumbo a una sociedad decadente, presa de atavismos que forman o deforman, la esencia humana, trastocando sus valores morales".

Al principio de esta disertación, resaltó, "nos hacíamos la pregunta de ¿qué están haciendo los liberales para resolver los problemas de la sociedad actual?, los liberales de Michoacán aquí representados, están comprometidos para constituirse en factor de cambio y lo están haciendo en todos los rincones del Estado".

Sin embargo, expresó que los liberales no publicitan sus acciones en las páginas sociales de los periódicos, "porque como decía el maestro de Galilea, que tu mano izquierda, no sepa lo que hace la derecha; los liberales michoacanos están insertos en todas las actividades sociales y económicas de la entidad. Están dentro del ámbito educativo, donde forman nuevas generaciones que piensan de manera muy diferente a las anteriores".

Referente a los jóvenes acentuó: "ya están mejor informados y tienen más conocimientos acerca de la ciencia y la realidad actual. Ya no son tan ingenuos como para aceptar las decisiones del alto clero, que ahora pretende imponer la alcabala del 10 por ciento a todos sus feligreses, con lo que buscan el resurgimiento del diezmo, impuesto abolido hace 150 años con las leyes de Reforma".

Dijo que los liberales michoacanos están también en los partidos políticos, "acordes con el respeto a las libertades sociales e individuales y trabajan constantemente para llevar el liberalismo auténtico a las altas esferas gubernamentales; la búsqueda del poder no es una divisa que identifique a la masonería, sino cuando se trata de luchar por las causas sociales".

Aclaró que en un régimen como éste, la única manera de impulsar los cambios, es desde las instituciones políticas en las que están muchos liberales, "trabajando con denuedo por materializar las reformas legales y constitucionales, necesarias para generar mejores condiciones de vida a todos los mexicanos". 

También sentenció que por cuestión de principios filosóficos, los masones han respetado a los gobiernos legalmente constituidos, "pero que no se confunda el respeto con la sumisión; es tiempo de retomar nuestro papel e intervenir directamente en la recomposición de una nación fragmentada por los fanatismos ideológicos de izquierda y derecha, un México que está muy lejos de ser el legado de los hombres de la Reforma".

Por lo anterior, dijo: "los liberales de Michoacán estamos comprometidos con la libertad y ésta solo puede ser posible bajo condiciones socioeconómicas justas, solo será plena con una efectiva redistribución de la riqueza, concentrada hoy en unas cuantas familias, como ocurría en los años previos al estallido de la Revolución".

¿Cómo pueden ser libres 40 millones de mexicanos sumidos en la pobreza extrema?, preguntó a la vez que advirtió: "los liberales ya no nos vamos a callar más sino que nos arremangaremos la camisa para convertirnos en masones operativos y constructores del México nuevo que todos deseamos para nuestros hijos; el de hoy, ya no es un llamado, levantamos la voz, declarando que inicia el camino para un país libre y soberano". (Z)

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