martes, 8 de septiembre de 2009

HIDALGO, ¿MASÓN? ; Publicado en el DIARIO DE XALAPA el sábado 11 de septiembre de 1993. por Wenceslao VARGAS MÁRQUEZ















Trazado enviado por Q.·. H.·. Salvador López Ex Resp:·. Gran Maestro G.·. L.·. de Estado Baja California

Al amanecer del 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga inició la lucha por la independencia política de la Nueva España, respecto de a España Antigua. Muchos especialistas en historia de la masonería han afirmado, con ciertas reservas, que Hidalgo fue masón y que ingresó a las logias con Ignacio Allende. Las hipótesis son las siguientes:

Para José María Mateos (Historia de la Masonería en México, 1884), la masonería se introdujo en México en 1806. En ese año, por iniciativa del señor Enrique Muñí, se fundó una logia en la calle de Las Ratas No. 4 (hoy Bolívar 73), domicilio particular del regidor Manuel Cuevas Moreno de Monroy Guerrero y Luyando.

Pertenecían a ella el propio Manuel Cuevas, el marqués de Uluapa, José María Espinosa, Francisco Primo de Verdad y Ramos (1760-1808), Juan Francisco Azcárate y Ledezma (1767-1831), Gregorio Martínez, Feliciano Vargas, Miguel Betancourt, Ignacio Moreno, Miguel Domínguez (1756-1830), Hidalgo (1753-1811) e Ignacio Allende Unzaga (1769-1811).

Un vecino, habitante de la casa número 2, apellidado Cabo Franco, denunció la existencia de la logia. Muchos fueron aprehendidos y Primo de Verdad amaneció muerto en su celda el 4 de octubre de 1808. Dice Mateos (p.12) que los masones de esa logia empezaron a reunirse en El Pensil, casa de campo de Manuel Cuevas, en el pueblo de San Juanico, hasta caer poco a poco en la disolución.

Es en esa logia (Mateos no menciona el nombre, ni el rito ni su número en el catálogo) donde Hidalgo y Allende ‘vinieron expresamente a recibirse masones y posaron en la casa número 5, de la misma calle de Las Ratas, en donde vivía un señor llamado Lindo’ y, para Mateos, ella ‘fue el foco donde comenzó a organizarse la independencia de México’.

Para el doctor Richard E. Chism (en Una Contribución a la Historia Masónica de México, 1899), la versión de Mateos le parece consistente pero llega más lejos al pretender establecer el rito al que pertenecía la logia. Sostiene que las primeras logias españolas se fundaron en 1728 y eran del rito de York y da por ‘casi cierto’ que de alguna de estas logias españolas hayan procedido los introductores de la masonería en la Nueva España. Se sabe además que Carlos III de Borbón y el virrey de Revillagigedo (1789-1794) fueron masones.

En la obra América Peligra (de Salvador Borrego), hay un dato que brinda una referencia más reciente: la calle de Las Ratas es precisamente la actual (1964) de Bolívar 73 pero la presunta filiación de Hidalgo es ‘un truco publicitario’ de la masonería. Le parece más exacto a Borrego (p.96) que Hidalgo haya tenido contactos con un agente francés (napoleónico) llamado Octaviano D’Alvimar, en enero de 1809. Se sabe también que en el juicio que el Santo Oficio de la Inquisición entabló contra Hidalgo poco o nada se le pudo encontrar acerca de un posible pasado masónico, pero los datos no se agotan ahí.

Un libro (El Poder contra la Fe, Emmanuel Ruiz Subiaur, p.217) que toca las relaciones entre el Estado y la iglesia católica, dice que para 1791 Hidalgo había sido acusado de herejía y de mantener relaciones con Manuela Ramos Pichardo, de la que tenía a Lino Mariano y a Agustín como productos.

En julio de 1800 los curas mercedarios Joaquín Huesca y Manuel Estrada le acusaron de asistir a ‘tenidas diabólicas’ en una logia en el callejón de El Sapo (frente a la actual central telefónica de las calles de Victoria en la ciudad de México).

La causa fue reanudada en septiembre de 1810 y el 7 de febrero de 1811 el inquisidor fiscal Manuel de Flores presentó formal denuncia contra Hidalgo al grado de que la iglesia católica lo excomulgó, ah, como ha excomulgado a las masones decenas de veces a lo largo de la historia. Excomuniones, como si a uno le diera pavor.

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