Homenaje al Gral. Vicente Guerrero Mexicali, Baja California, México.
Por: Iván Herrera Michel
El día 21 de enero del año 2009, Barak Hussein Obama juró, en su posesión como 44º Presidente de los Estados Unidos de América, colocando su mano izquierda sobre una pequeña Biblia forrada con terciopelo de color vino tinto, con un borde metálico en blanco bañado en oro en las tres orillas de ambas tapas, adornada en todas sus orillas con una capa de oro. Esta Biblia de 1.280 páginas fue publicada en 1853 por la editorial Oxford University Press.
Para completar la foto que le dio vuelta al mundo, su orgullosa esposa Michelle sostenía con ambas manos la Biblia cerrada y el jefe de Justicia estadounidense, John Roberts, conducía el juramento.
Los medios de comunicación hicieron incapie en que se trataba de la "Biblia de Lincoln", para mostrar como el nuevo Presidente tenía como fuente de inspiración al Honorable Abraham Lincoln. Y esto produjo un renovado interés del gran público en este héroe nacional norteamericano.
En realidad, esta Biblia no era la de Lincoln, sino la que usó en su posesión como 16º Presidente en 1861. Fue comprada de manera urgente para esa ocasión por William Thomas Carroll, empleado del Tribunal Supremo, ya que la de Lincoln no se pudo usar porque en esos momentos iba viajando empacada con sus enseres personales hacia la Casa Blanca.
De igual manera, se encuentra en mucha de la literatura Masónica y general, que Abraham Lincoln fue Masón.
Tampoco lo fue nunca.
Sin embargo, existe evidencia documentada de su solicitud de ingreso a la Orden a la Tyrian Lodge, en Springfield, Illinois, USA, poco tiempo después de su nominación para la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, el 16 de mayo de 1860 en la ciudad Chicago.
Por considerar que su ingreso a la Masonería podría ser interpretado como una maniobra electoral para obtener votos, retiró su solicitud con la promesa de que tocaría nuevamente el Pórtico del Templo cuando hiciera dejación del cargo de Presidente.
Lincoln ganó las elecciones el 6 de noviembre de 1860 con 1.865.908 votos populares y 180 Grandes Electores. Y se posesionó el 4 de marzo de 1861, en medio de un gran operativo de seguridad debido a la amenaza de una invasión de rebeldes del sur a la capital, luego de haber sobrevivido a un intento de asesinato en Baltimore, Mariland, y verse obligado a llegar disfrazado a Washington el 23 de febrero de ese año.
En 1863 realizó la "Proclamación de Emancipación" , mediante la cual abolió la esclavitud en Estados Unidos y promovió la XIIIª y XIVª enmiendas a su Constitución estableciendo la protección a los Derechos Civiles.
Su Discurso más famoso fue el de Gettysburg, pronunciado en la Dedicatoria del Cementerio Nacional de los Soldados, en esa misma ciudad del Estado de Pensilvania, USA, el 19 de noviembre de 1863, y aunque en la lista de intervenciones de esa tarde no era la más importante, esta pieza ha sido considerada como uno de los más grandes discursos en la historia de la humanidad.
En honor a la verdad, los asistentes esperaban las palabras del diplomático y académico Edward Everett, quien tenía bien ganada reputación de ser el mejor orador de su época. El discurso de Everett duró dos horas y el de Lincoln, tres minutos. El de Everett, no hay forma de conseguirlo, y el de Lincoln lleva 145 años de reediciones sucesivas.
El texto del Discurso de Gettysburg, es el siguiente: Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en la Libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales.
Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil, que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar largo tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como lugar del último reposo para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno. Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí lo han consagrado, muy por encima de nuestro pobre poder de añadir o restar algo. El mundo no advertirá apenas ni recordará mucho tiempo lo que digamos aquí, pero nunca podrá olvidar lo que ellos aquí hicieron. Somos más bien nosotros, los vivos, los que debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que aquellos que aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien nosotros los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida colmada de la devoción; que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán muerto en vano; que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de la libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra.
El 14 de abril de 1865, en el Teatro Ford, en Washington D. C., asistiendo con su esposa a la comedia musical Our American Cousin, fue asesinado con un solo tiro de pistola por John Wilkes, un actor muy popular en la época, partidario de los Confederados.
Hoy, sus restos se encuentran en la misma ciudad de Springfield, Illinois, USA, en donde quiso ser Masón a los 51 años de edad. Hubiera sido un gran honor tenerlo en la nómina de los Hermanos Masones.
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