viernes, 7 de agosto de 2009
Alerta urgente; urgentísimo por la paz continental
Todos los masones de las Américas, en honra a nuestra historia, a las dolorosas jornadas para construir países democráticos, progresistas y mantener la paz en nuestras fronteras con fraternidad permanente entre los pueblos con una misma historia y por lo tanto con el deber sagrado de construir un destino de paz y de amplio e irrenunciable respeto a todas las diferencias, sin el más mínimo gesto de desigualdad racial, nacional, intelectual, cultural, social, debemos en este momento transformar nuestros ''talleres'' en instrumentos para desmontar la guerra que los Estados Unidos y Colombia desean para nuestro continente, con la agresiva e innecesaria instalación de 7 bases militares, fuertemente armadas y con modernas técnicas de muerte.
Alegan esos gobiernos de extrema derecha fanática que los 800 soldados, las docenas de aviones de alta autonomía, los civiles disfrazados de ayuda humanitaria sirven para combatir el '''narco-trafico'''.
Primero: los Estados Unidos deben restringirse a combatir los empresarios de las drogas que viven cómodamente en su país; desmantelar todas las empresas de transporte de drogas en su territorio y en sus filiales; acabar con el trafico y transito de prostitución, pedofilia, venta de armas a los países aun en desenvolvimiento; acabar con la creación de sectas religiosas objetivadas a dividir la sociedad y crear odios de razas.
Todos recordamos el filme “el señor de las armas”, de Andrew Niccol; todos sabemos que EE.UU. está perdiendo la guerra en Afganistán como ya la perdió en Irak que, por lo tanto necesita vender el estoque asesino y no hay mejor lugar que nuestra América, aun libre de conflictos, y el viejo argumento de lucha contra el narcotráfico (que ellos mismos multiplican).
Los masones tenemos el sagrado deber de pensar en el futuro de nuestros hijos y nietos y no queremos verlos sin padres ni madres, hambrientos, desnudos, deambulando por calles destruidas por la guerra. Aun es tiempo de parar la barbarie, pues para eso nos reunimos en nuestros talleres, para eso fuimos escogidos de entre el universo profano, para eso estamos presentes en la sociedad: para sembrar armonía, para predicar y practicar la fraternidad y defender el derecho a la libertad.
El día que exista una autentica democracia, partidos políticos con ideologías, parlamentos honestos, presidentes que cumplan lo prometido al pueblo trabajador, presidentes interesados de verdad en desmontar todas las injusticias dejadas por años y años de dictaduras nazi-fascistas, entonces no habrá necesidad de drogas. Todos tendrán trabajo, educación laica, obligatoria y gratuita; servicio de salud sin los abusivos y crimonosos planos de salud privados; respeto a las personas y a las propiedades.
Los masones reunidos tenemos que exigir libertad, fraternidad e igualdad. Que ninguna logia quede en silencio y se cruce de brazos. Tenemos que parar la guerra y el cinismo de los gobernantes que gobiernan para los grupos que explotan y esclavizan la conciencia de los hombres libres que deben tener buenas costumbres. Retomemos las armas intelectuales de Simón Bolívar, de Santander, de San Martin, de O´Higgins, de Benito Juárez, de Salvador Allende y de tantos masones que murieron por la libertad de ser lo que queramos ser...
¡Nos llamamos obreros de la paz!
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