martes, 30 de septiembre de 2008
MASONES EN CUBA; DETRAS DEL VELO.
Por: TANIA CHAPPI DOCURRO
No sin pesar, el Venerable Gran Maestro José Manuel Collera Vento abandonó las salas de pediatría y de terapia intensiva, para regir entre marzo de 2000 y marzo del presente año los caminos de la Gran Logia de Cuba. Desde entonces, afirma un poco bromeando, nunca más ha dormido tranquilo.
El lema que mejor define a la masonería es "Disipar la ignorancia, combatir el vicio, e inspirar el amor a la humanidad", afirma el doctor José Manuel Collera
"Ser Gran Maestro entraña una enorme responsabilidad. Hay gran expectativa en el mundo con respecto a todo lo que proviene de Cuba. Y uno tiene que hacer quedar bien a la patria, a la institución. En los eventos internacionales me siento presionado, pero a la vez muy feliz, cuando veo que mi país constituye un punto central, no solo de atención, sino de admiración, de solidaridad."
-¿Qué caracteriza a la masonería cubana actual?
-Somos una institución fraternal que inculca en sus integrantes la práctica de las virtudes y la superación intelectual; el amor a la patria, a la humanidad. Legalmente estamos definidos como una asociación cívica con fines no lucrativos. Damos cabida a todo tipo de creencias, de pensamiento. Tenemos bautistas, católicos, abakuás, personas que no practican ninguna religión...
"No hacemos proselitismo, las leyes masónicas lo prohíben. Sin embargo, el índice de masones por habitantes en el país es alto: 30 mil en una población de 11 millones. Están ingresando fundamentalmente jóvenes y personas con un buen nivel académico, lo cual es natural, puesto que en Cuba prácticamente todos han cursado la secundaria o el preuniversitario. Incluso la dirección de las logias va siendo ocupada por hombres menores de 40 años."
-¿Y qué los atrae, el misterio, el secreto que todavía hoy rodea a ciertas prácticas masónicas?
-Pienso que lo más motivante es el ejemplo positivo que los masones dan al resto de la sociedad.
"Cualquier enciclopedia recoge la mayoría de los antiguos misterios de la masonería. Sí tenemos completamente prohibido revelar nuestros medios de reconocimiento, que son de tres tipos: signos, toques, palabras. Y guardamos absoluta discreción sobre nuestras reuniones. Dentro de las logias, al final de cada sesión, el Primer Vigilante recomienda "no revelar nada de lo que aquí ha pasado". Esa discreción, ese secreto, representan un punto de unidad entre nosotros. Nos mantiene vinculados a las raíces de la masonería. Y conservan un encanto indiscutible.
"No obstante, abundan las actividades abiertas, tenidas blancas donde participan familiares de los masones y también el resto de la comunidad: honras fúnebres, conciertos, exposiciones, fiestas.
"Nuestra proyección social resulta bastante extensa. Uno de nuestros objetivos fundamentales es la labor filantrópica. Las logias apadrinan escuelas, círculos infantiles. Y sus bibliotecas poseen carácter público. Tanto la Biblioteca Nacional Masónica José Martí, como el Museo Nacional Masónico Aurelio Miranda Álvarez, ubicados en el edificio de la Gran Logia , ofrecen servicio a toda la población. Ambos mantienen un intercambio constante con instituciones científicas y culturales no masónicas. El Asilo Nacional Masónico Llansó, acoge incluso a personas sin vínculo alguno con la masonería.
-¿Cuáles son las atribuciones de la Gran Logia ?
-Contiene tres poderes: el ejecutivo, formado por el Gran Maestro y otros veinte grandes funcionarios; el legislativo o Alta Cámara Masónica, integrada por un representante de cada una de las 314 logias existentes en el país, los grandes funcionarios y los ex Grandes Maestros; y un poder judicial, que lo ejerce la Corte Suprema de Justicia Masónica.
-¿Si el masón se define como un hombre de buenas costumbres, por qué es necesaria una Corte Suprema de Justicia?
-Antes de aceptar a un nuevo miembro investigamos sus cualidades morales. Sin embargo, los hombres a veces se transforman o cometen errores. Delitos sancionados por los tribunales ordinarios, actitudes negativas en su medio familiar y laboral, e infracciones como prácticas antifraternales, abuso de autoridad o un mal uso de los caudales masónicos, también son juzgados por la masonería.
-¿Cuándo la masonería tradicional admitirá mujeres?
-Se está debatiendo en nuestros foros internacionales. Como representante de una Gran Logia regular no puedo aceptarlas, pues la institución perdería el reconocimiento de las Grandes Potencias del orbe. Ahora bien, personalmente soy un defensor de la incorporación femenina. No existe ninguna razón de tipo doctrinal, filosófica, iniciática, que impida a una mujer ser masón. La masonería mundial continuará perdiendo vigencia si persiste en la exclusión de la mujer.
El compás y la escuadra, símbolos masónicos
"Desde la pasada década del 30 contamos con una organización paramasónica: Hijas de la Acacia. Yo tengo la esperanza de que en el futuro las cubanas puedan obtener la plena condición de masones. He ido trabajando en el sentido de preparar a la membresía para ese cambio. De hecho existen logias irregulares femeninas y mixtas en Francia, España, Italia, México, Bélgica, Estados Unidos."
-¿Se diferencia entonces la masonería cubana a la de otras naciones?
-En algunos aspectos los contrastes resultan notables. Aunque la masonería no establece distinciones en cuanto a jerarquía social, en ciertos países prevalecen los afiliados con alto status económico.
"Los masones que nos visitan se admiran al ver a un Gran Maestro viajando en el camello, un transporte cañero, bicicletas. Encuentran una membresía de hombres muy humildes y, debido a eso, eminentemente fraternales. Si un masón tiene un problema, es un problema de muchos y recibe el apoyo de muchos. No he visto otro lugar del mundo donde se practique con tanta intensidad la ayuda mutua.
"Conservamos el rigor en nuestras prácticas rituales, ceremoniales y en la enseñanza filosófica. Poseemos una Academia de Altos Estudios Masónicos donde no solo se estudian e investigan aspectos propiamente masónicos, sino históricos y culturales.
"A los grandes maestros extranjeros les llama la atención, asimismo, cómo funciona el Parlamento Masónico Cubano; según ellos, es uno de los más democráticos. Alguien también ha dicho que es el más caliente, porque nuestros debates son muy intensos.
"Cuba pertenece a la Confederación Masónica Interamericana, tiene el reconocimiento de todas las grandes logias regulares del mundo y relaciones diplomáticas con más de setenta."
-Numerosos próceres de nuestra independencia fueron masones y en sus logias se conspiró contra España. ¿Acaso un principio masónico no prohíbe realizar actividades políticas dentro de las mismas?
-Un antiguo límite establece que la masonería respetará las leyes del país donde esa masonería tiene asiento. Qué pasa: ya en el siglo XIX los criollos tenían concepto de nación. Las leyes venían de la metrópoli, es decir, de otro país. Por otra parte, esa legislación establecía el "delito de masonería", que llegó a ser considerado crimen de Estado y era sancionado en múltiples casos con la pena de muerte. Los masones cubanos al luchar por la independencia de Cuba a su vez lo estaban haciendo por la propia subsistencia de la masonería. Era una situación muy especial.
"Los documentos prueban que Ignacio Agramonte y Antonio Zambrana eran masones. Así como la pertenencia de Antonio Maceo a la Logia Oriente. Carlos Manuel de Céspedes fue antes de 1868 Venerable Maestro de la Logia Buena Fe, de Manzanillo; el acta de constitución de la primera directiva, incluye a Bartolomé Masó, Francisco Vicente Aguilera y Perucho Figueredo.
Origen de la Masonería
"Céspedes es el paradigma del mambí masón: al mismo tiempo presidente de la República de Cuba en Armas y Venerable Maestro de la itinerante Logia Independencia, la cual hacía vida militar; los atributos masónicos viajaban sobre un mulo al que nombraron El Masón."
-Se afirma que nuestro Apóstol, José Martí, también lo fue, ¿existen evidencias concretas?
-El Museo Nacional Masónico atesora las joyas masónicas de Martí. Un acta de iniciación no existe. Él se inicia en la logia madrileña Armonía, cuya documentación desapareció. Pero hay testimonios fidedignos que lo aseguran. Entre ellos los de Fermín Valdés Domínguez, su gran amigo.
"Una anécdota probatoria: Martí asiste a un bautismo masónico y publica una crónica periodística. El director del periódico El Federalista, de México, lo acusa de estar violando el secreto masónico. En su respuesta, Martí utiliza argumentos que solo un masón puede dominar."
-Pese al anhelo de reincorporarse a su profesión, cesó usted en sus funciones de Gran Maestro para ejercer las de Gran Secretario. ¿No pueden ustedes, si lo desean, desligarse de la masonería?
-Por supuesto que sí, pero la mayoría de los que se inician jamás piensan en abandonarla. Yo no he aprendido en ninguna de las universidades a las que uno asiste -la de La Habana , la de la vida- tanto como he aprendido dentro de la masonería. Hablo de la vida como conjunto de realidades, de sueños, esperanzas, vivencias... Ser masón, ha significado una gran escuela.
domingo, 21 de septiembre de 2008
La palanca
LA PALANCA; dadme un punto de apoyo y sacare al mundo de quicio.
ARQUIMIDES { nació 212, murió en 287 A J }. Esta proposición, que ningún poder bastará a resolver en toda su magnitud, dio origen al descubrimiento e invención de la palanca; barra de hierro utilizable para levantar pesos y vencer resistencias; apoyándose en un punto sólido . emplease en sentido figurado para indicar el poder e influencia que se emplea en la consecuencia de objetos arduos y difíciles de lograr.
En las recepciones del 2 grado, el candidato verifica su tercer viaje armado de una palanca que lleva apoyada en el hombro izquierdo. Como símbolo de esta fuerza que es tan necesaria al hombre para superar y vencer los obstáculos que se atraviesan en su camino durante su fugas existencia, por lo que moralmente representa la firmeza de animo y el inquebrantable valor del hombre ilustrado e independiente . Esa potencia invisible que el amor de la libertad desarrolla en las naciones inteligentes, bajo el punto de vista intelectual expresa la fuerza del raciocinio y la solidez de la lógica : es la imagen de la filosofía positiva , cuyos invariables principios no permiten el acceso al fanatismo y a la superstición .
Empero para prevenir los funestos efectos que pudiera producir el abuso de esa fuerza incalculable, dice el ritual de este grado: es preciso pues le acompañe LA REGLA a fin de que comprenda la medida y la justa apreciación con que el hombre débil o fuerte debe servirse en todas ocasiones de esa poderosa palanca, y por esto además, de esta lleva el candidato en la otra mano,
viernes, 19 de septiembre de 2008
CARTA DE PETICIÓN DE CESE MASÓNICO de SALVADOR ALLENDE
Al Querido Hermano:
Luis Holguín Blanco
Venerable Maestro de la
Respetable Logia Simbólica "Hiram" No. 65
Presente.-
Creo que, tal vez, en ninguna alternativa anterior de mi existencia había experimentado una emoción más intensa y compleja como la que afronto en la presente oportunidad: he de esperar que esta comunicación traduzca ante el Querido Hermano y Venerable Maestro y mis Hermanos, lo más genuino y auténtico de mi pensamiento.
Las alternativas propias de un destino profano pletórico de contingencias de lucha, me connaturalizaron con el principio de que es esencial el frío análisis colectivo para adoptar resoluciones de gran trascendencia..
Pero en tales coyunturas siempre -antes que ahora- comprendí que actuaba en función de procesos sociales y políticos e igualmente en función de organizaciones de muy claras concepciones interpretativas de la historia, regidas por programas concretos y atendidas a estrategias y tácticas consecuentes.
Capté que no era yo, aún acerca de mis propios actos, el arbitro supremo y exclusivo.
Encarné aspiraciones de carácter general que personificaban a miles de chilenos y, por lo mismo, aunque se me dispensara el honor máximo de las más elevadas responsabilidades cívicas, me di los hechos con un compás de justo graso y según una cabal escala de valores objetivos.
Mis pasos tenían que reflejar un fenómeno amplio.
Y conforme a este criterio, jamás me dejé arrastrar por la jactancia de echar sobre mis hombros el fardo de algo que me transformara en una especia de agente de lo irreparable.
Siempre me miré, antes que nada, en la faz de mi conciencia; pero aboné mis procederes y elegiré su peso, en lo que consideré como una correcta interpretación del sentir de la comunidad.
En este instante no he consultado a ser humano alguno, porque ello no procede.
Obro, teniéndome a mí mismo como único consejero.
Por un impulso íntimo e inducido por ansias y anhelos nutridos de lo bueno y alimentado también por el ambiente familiar, con humildad y fe en lo positivo de la condición del hombre, detuve mi ruta profana.
Golpeé, hace cerca de 30 años y en plena muchachez, ante las puertas de la Orden.
Dejé oír mi solicitud iniciática; Hoy, al cabo de tan larga etapa de trabajo y convivencia, he resuelto cerrar esta dilatada trayectoria, sin haber interrumpido jamás mi asiduidad a los Talleres.
ME ACOJO A MI TEMPLO ÍNTIMO
Me alejo de los templos, por magníficos que ellos aparezcan ahora en la suntuosidad de su arquitectura y me acojo al templo íntimo que, en plena madurez de condiciones, he logrado edificar para mí mismo.
Este Templo, construido con los sólidos muros del idealismo; traducido en la justicia social, la libertad concreta extraña a toda alienación; apoyado en la fraternidad por la proscripción de las clases sociales y de la igualdad por la derogación de cualquier discriminación, ya sea racial, religiosa, económica o cultural, es obra de múltiples experiencias acumuladas con el correr del tiempo.
Surge mi formación, de estudios hechos, de circunstancias y emociones tan variadas como ricas, en las que el éxito y el fracaso se confundieron; en que las amarguras y las excepciones se borraron ante el desinterés de nos humildes y los ejemplos anónimos y edificantes y también de mis muchas jornadas de mi alternancia Masónica.
Cuanto acumulé a través de treinta años de trabajo en los talleres de la Orden, tiene inobjetablemente caracteres de piedra fundamental para mí.
Pero no deseo que semejante cimiento angular sufra menoscabo y velando por preservarlo ante mis ojos con fuerza y vigor he resuelto poner entre lo actual y contingente y los grandes valores, la neutralidad de la distancia y su benévola perspectiva.
Me alejo sin reservas espirituales de ningún especie; con hondo sentido de la fraternidad hacia todos mis hermanos y ansiando solo que se me excuse, si inadvertidamente, con actos o palabras dijera, siquiera rocé espiritualmente a algún Hermano en nuestros Talleres.
Solicito mi carta de retiro por imperativo de mi conciencia.
Y ante esta, todo requerimiento extraño al propio yo, ha de detenerse y todo sentimiento ha de postergarse.
El precio de semejante estrictez es muy duro.
Pero se alcanza una compensación: la conformidad consigo mismo y la paz que traen el tiempo y su transcurrir.
Aspiro que mi último contacto material con los Talleres pueda ser de alguna utilidad.
Ello es mi deber postrero como Masón activo.
Por lo mismo, pensaré en voz alta, con el único ánimo de que mi franqueza contribuya a clarificar conceptos, a evitar dudas en los iniciados -ojalá así sea-, también a enriquecer a quienes han alcanzado la plenitud Masónica, ya que el acervo moral no cesa jamás de perfeccionarse por la adición incesante de puntos de vista.
Estudiante en un período de fragor social y político y médico joven, de acción profesional amplia y anónima, fui tremendamente golpeado por el impacto de la realidad patria y que, por decirlo sintéticamente, en su estructura económica, cultural, social y política, es la de toda América Latina.
De ambiente familiar sin prejuicios dogmáticos y atraído por el papel protagónico de los Masones desde los albores de la independencia; por la dura tarea de la Orden en su inalterable lucha contra el mal y por el bien; por la acción profana de la institución en sus afanes de eliminar la desigualdad social; por sus esfuerzos para barrer la intolerancia y superar el oscurantismo y pro imponer un régimen de igualdad de derechos y de expectativas para todos los hombre ingresé a la Orden.
Es no escasa medida también ejerció influencia en mis preocupaciones de bien público, mi devoción hacia la figura de mi abuelo, el doctor Ramón Allende Padín, ex Gran Maestro de la Orden y fundador de la primera escuela laica de Chile.
Larga trayectoria en la que he recibido honrosas muestras de confianza de mis Hermanos, como la Maestría y la jefatura de mi Taller, me han hecho formarme un juicio que estimo apoyado en la realidad de nuestro ámbito fraternal.
Además, imagino que son muy escasos los Hermanos que han visitado tantas Logias como yo, a través del territorio nacional, durante tantos y tantos años que llevo procurando descubrir en su integridad social a Chile y las características de sus gentes.
UN INCENTIVO DE SUPERACIÓN
Desde un punto genuinamente teórico, la Orden Masónica es una institución perfecta.
Esencialmente aspira a una meta que carece de ubicación determinada en el tiempo y que, por lo mismo, representa un incentivo permanente del más alto nivel: la superación del hombre en sí.
Los métodos que sustenta para promover semejante proceso son inobjetables por su contenido y significación.
En efecto, su sistema de gradación iniciática, sinónimo de esfuerzo, disciplina, constancia, etc., no puede merecer el más leve reparo.
Su lenguaje simbólico, más allá de la belleza que encierra en si, ofrece la enorme ventaja de que las imágenes, que superan el frío significado preciso de los términos, ponen en vibración sugestiva y creadora todos los resortes de la imaginación interpretativa y de los sentimientos.
Y el Ritual del intimo contacto de los símbolos, planea fórmulas expresionales y hasta organizativas que ennoblecen la convivencia .
La Orden, en sus aspiraciones de fondo, podría mirarse quizá si como la mas acabada expresión del humanismo, ya que no incurre en dogmas - sinónimo de drama histórico- que singularizan las religiones.
En su aspecto formal, la Orden también reconoce principios de una vigencia indiscutible: genuina democracia; una indispensable jerarquízación funcional de valores y una precisión nítida de las delimitaciones entre los diversos órganos de su estructura.
Obviamente, dentro de los Talleres se crea, así una realidad que debería hacer de cada Hermano un hombre libre, de buenas costumbres, apto para cultivar la igualdad, la fraternidad, la tolerancia, y en suma, un ciudadano auténtico de la libertad integral.
En la sociedad Masónica y en el pueblo Masónico nace, en cierto modo, un mundo que refleja el ideal de estructura de la comunidad, no solo ya en su carácter nacional, sino en la esfera universal.
APERTURA AL MUNDO CONTEMPORÁNEO
Este mundo ideal en que vive el pueblo Masónico, ¿puede bastar al hombre real, al hombre común, que se desenvuelve dentro de los imperativos tan concretos de una nación?
En este interrogante radica un gran problema, pues, en los hechos, se aprecia una contradicción.
Los Masones giramos en torno de la Igualdad, la Libertad, la Fraternidad como suprema síntesis de la convivencia colectiva .
Procede hacer una observación: ¿quiénes integran nuestra Orden?
¿Podría, con honestidad intelectual, imaginarse que su composición refleja a la sociedad chilena de hoy?
La respuesta, al menos en mi comprobada experiencia, tiene que ser negativa.
En la Orden solo se cobijan elementos de la burguesía.
No hay éste aserto calificativo de ninguna especie. Es un hecho y nada mas.
En consecuencia, los principios que animan la vida Masónica son practicados por un grupo -no el mas vasto- de nuestra comunidad.
¿Debe la Orden permanecer indiferente ante una vacancia de la clase obrera como la que enuncio?
Más aún, ¿se trata de un fenómeno accidental?
La ausencia de elementos extraños a la burguesía es grave, tanto mas cuanto que fenómeno tiende a acentuarse, ya que la historia acredita que hubo épocas en que nuestros Talleres se vieron decorados por muchos y preclaros Hermanos, que respondían, por lo menos a una extracción artesanal y que también predominaba en el mutualismo.
¿Ingresa a la Orden en forma ininterrumpida, una raudalosa corriente de juventud, de estudiantes, de elementos representativos de la intelectualidad nacional en marcha?
Tengo la impresión de que la respuesta, aunque menos categórica que en el caso de los trabajadores, tiene también que ser adversa.
En mi trayectoria de Masón activo, siempre me promoví estas cuestiones.
Las conclusiones fluyen con extrema facilidad: determinados sectores sociales y aun estratos muy influyentes de la burguesía progresista no sienten que la Orden responda a los requerimientos del mundo contemporáneo.
¿Por qué? Por dos razones principales: por el desconocimiento de lo que es en sí la Orden y por la actitud de algunos Hermanos, que contradicen en el mundo profano lo que se imagina deben ser los principios de la institución.
En su incesante afán de superación humana, la Orden tiene, sin embargo, metas que son esenciales para que tal perfeccionamiento pueda alcanzarse. Se plantean como tales la Igualdad, la Libertad, y la Fraternidad, y sus derivaciones.
Algunos Hermanos consideran estos elementos en una órbita exclusivamente abstracta y formalista, eludiendo toda consideración de sus aspectos reales en la convivencia y que aparecen como algo sine qua non para el imperio de estos principios.
Puede argumentarse que la Orden, si entra en estas actitudes temporales, pasaría rápidamente hacia su transformación en un partido político.
Hay en esta apreciación un juicio simplista que exige análisis.
En primer término, tiene que pensarse en la época en que la institución Masónica afianzó su etapa moderna, ya que no es del caso remontarse a entidades esotéricas del mundo antiguo, del Renacimiento o del feudalismo.
La actual trayectoria corresponde a un período en que recién se comenzó a luchar por la emancipación del hombre con un sentido propiamente "humanista".
¿Cuál era el nivel en que podía librarse esta confrontación de valores?
Sólo en los espíritus selectos que, por su capacitación intelectual captaban que las únicas expectativas de progreso radicaban en el afianzamiento de ciertos conceptos de derecho, sinónimo de garantías individuales.
Se promovió, así, el avance y perfeccionamiento de las instituciones constitutivas del Estado, al libre examen y al desarrollo capitalista como oposición al medioevo.
La Orden partió en su ruta actual bajo el imperativo de fortificar las instituciones políticas y sus estructuras .
Es decir, fue reflejo de una etapa en que las condiciones predominantes restringían las posibilidades de los seres superiores a hacer más y más correctas las manifestaciones superestructurales y formalistas de la sociedad.
Y nadie puede ignorar que semejante enfoque se abría solo para los espíritus más cultos y generosos de la burguesía y de la intelectualidad.
Y, desde entonces, la Orden para muchos Hermanos ha fincado su supervivencia en subrayar el carácter abstracto de su contenido.
Me inquiero, ¿puede una institución mantener su fuerza y su vigor situándose al margen del "devenir" histórico y preocupándose sólo de conceptos relativos?
A mi juicio ello sería una vana aspiración que, a lo más relegaría la Orden a una labor ateneísta y de grata convivencia puertas adentro.
LA REALIDAD CON MIRADA VIGILANTE
A mi juicio, la Orden tiene que medir la realidad que la circunda, tanto nacional como latinoamericana y universal, con mirada vigilante y actual.
La declaración de principios y reiterados Conventos así lo disponen.
No se puede sobrevivir sólo en razón de bellas tradiciones y del mérito del papel que se desempeñó en acontecimientos históricos.
Nadie ignora que los deslumbrantes avances científicos y técnicos han transformado en sus raíces mismas muchos conceptos.
Diríase que la mayoría de las palabras conservan su sentido esencial; pero que resultan ineficaces para expresar las dimensiones de los nuevos valores que trastocan el mundo en sus elementos determinantes.
Es acertado imaginar que un régimen jurídico liberal, a través de las disposiciones constitucionales, podría, por ejemplo, garantizar la libertad de los hombres, en el sentido de evitar la presión arbitraria.
Evidentemente, el régimen jurídico representa un progreso sobre la etapa en que predominaban el absolutismo y la arbitrariedad.
Igualmente constituyó un enorme avance la división y la autonomía de los Poderes del Estado, etc.
Nuestra Orden cumplió en ese sentido una noble misión, no solo por la filosofía que imprimió en sus afiliados, sino por la batalla que libró frente a instituciones que, como la Iglesia, eran sinónimos de un status quo absolutista.
Pero, ¿Puede hoy restringir sus esfuerzos a semejantes aspiraciones?
No, y por una razón muy simple: en el estado actual alcanzado por las ciencias y sus técnicas derivadas, es dable ir más allá: se está en condiciones de organizar un régimen que origine un humanismo, claramente configurado.
Es alcanzable hoy la libertad concreta, y no solo la libertad de espíritu.
Antes, la gente de privilegiada sensibilidad y cultura se limitaba a alcanzar la hegemonía de su propia conciencia mientras las grandes masas quedaban al margen de todo avance.
Hoy, nadie debe ignorarlo, resulta viable procurar a todos los seres los elementos que requieren para satisfacer sus necesidades biológicas, espirituales y culturales, en cualquiera de sus expresiones y matices.
Es posible dar estructura a una comunidad en que haya sistemas planificados, aptos para derrotar las alienaciones efectivas que subordinan al hombre.
Y un ser liberado en términos concretos tiene acceso a la más genuina, fecunda y típicamente humana existencia del espíritu y a una moral también genuinamente humana y social.
Hoy, el hombre puede, en forma efectiva, desarrollar los tributos que lo diferencian de los demás seres.
Es factible construir una comunidad en forma y en marcha.
En forma, para responder eficazmente a los requerimientos que singularizan al hombre y su presencia, y en marcha, por la experiencia que es posible alcanzar ininterrumpidamente metas que la imaginación se revela incapaz de concebir.
Es dable, así, cumplir integralmente, en el espíritu y la materia, un humanismo que, por si, justifica nuestra Orden y que, a mi juicio, traduce el símbolo del Gran Arquitecto del Universo.
¿Cómo podría o debería proceder nuestra Orden en su labor para alcanzar tan loables finalidades?
La exclusión parece ser el método más adecuado para responder.
No puede, sin lugar a dudas, enunciar fórmulas programáticas definitorias para dar solución a los problemas objetivos de la realidad, porque con ello seguramente alteraría la fraternidad, constituyéndose en un partido político o en una suerte de organización semejante, cuyo destino, en último término, habría de ser predominio institucional, con todas las proyecciones y consecuencias que esto trae consigo.
No puede, igualmente, desentenderse de semejante realidad, ya que los hechos son porfiados y las vacancias que se comprueban en la composición de la Orden -vacancias tanto cualitativas como cuantitativas- revelan que algo origina esta falta de atracción en la comunidad.
UNA MISIÓN GRANDE Y EXCELSA
A mi modo de ver, la Orden tiene una misión grande y excelsa: sin precisar enunciados de soluciones programáticas debe inculcar a sus afiliados que hay que definir con vara actual los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad para que surja una sociedad exenta de alienaciones, eliminando la cesantía abierta o disfrazada por los salarios insuficientes; para que se evite la enfermedad suprimible; para que no se operen las muertes anticipadas; para que exista un sistema de seguridad social funcionalmente correcto y eficaz en su acción, para que se erradique el analfabetismo y para que se abra a todos el acceso a las anchas rutas de la cultura en sus múltiples expresiones y creaciones; para que se reconozca el derecho a la vivienda que llevan en si todos los seres y para que el esparcimiento se encuentre al alcance de la generalidad, tanto en el orden físico y espiritual y no represente, como hoy acontece, un privilegio económico de los sectores que menos lo requieren por su vida grata cotidiana.
Trasladados estos conceptos al orden internacional, se eliminará el subdesarrollo de los países; se afianzará la paz y se impondrán los derechos entre los Estados, más allá de las fórmulas organizativas o de su poderío bélico.
LA LUCHA CONTRA LA OLIGARQUÍA
Esta posición de nuestra Orden necesariamente la llevará a luchar con quienes, acéptenlo o no, son índices de postergación generalizada y con quienes disfrutan de las ventajas de un status quo insostenible por antihumano y antisocial.
Estas mismas batallas se libraron ayer y ahora ellas deberán librarse contra la oligarquía, el feudalismo agrario; la concentración financiera monopólica; el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo, y el oscurantismo religioso y dogmático.
La Orden, si acepta tal actitud consecuentemente con las responsabilidades de nuestra hora, no podrá guardar silencio y enclaustrarse en sus templos.
Sus filas, en cambio, se verán engrosadas y fortificadas de modo que sus enseñanzas trascenderán decisivamente al medio.
Pero una Orden que nada dice cuando se siembra el terror psicológico masivo sobre la base de la mentira internacional durante nuestros procesos cívicos, es algo sin valor espiritual.
Una Orden que no reacciona para procurar que no se vulneren la soberanía y la libre determinación de los pueblos, es algo también sin vida.
Una Orden que nada dice cuando se invaden y masacran los pueblos porque una nación se reserva el derecho de determinar, por sí y por su poderío armado, cual es el sistema político y económico que considera aceptable, es una institución que no vela por la Libertad, ni por la Igualdad ni por la Fraternidad.
Nadie puede inferir en estas apreciaciones que yo pretenda que la Orden se transforme en movimiento político.
Pido, sencillamente, que forme a sus miembros en los conceptos que son su razón de existir, pero trasladados éstos a su significado, contenido y dimensiones presentes.
A través de toda mi labor, principalmente en los últimos años he procurado que los Hermanos adquieran una conciencia de estos hechos.
En importantes actos de la Gran Logia he denunciado la colusión gigantesca puesta en marcha entre la Iglesia, el imperialismo y la reacción nacional e internacional para preservar el statu quo que origina que la sociedad chilena no esté al margen de los riesgos colectivos - hoy técnicamente eliminables - siempre que impere un régimen político y de Gobierno que así lo desee.
El sistema en vigencia hace que las masas no se revelen integradas por hombres "libres y de buenas costumbres", sino en alta cuota por seres alienados, frustrados y agobiados por las taras de la miseria.
A través de una muy prolongada jornada también he tratado de contribuir a que en los talleres se desentrañen objetivamente los elementos que configuran la realidad, definiendo en todos sus grandes lineamientos los factores que, en conjunto dan pie al subdesarrollo en Chile.
Hasta ahora, he de reconocerlo, esta adaptación de las concepciones de mis Hermanos al mundo de hoy se torna difícil.
He hecho un esfuerzo grande, a pesar de que mis tareas profanas me absorbían en inmensa medida.
He cumplido conmigo mismo.
En el aspecto interno se han adoptado normas institucionales que, en mi concepto, vulneran gravemente el sentido democrático de la institución.
Tal juicio me merece y lo representé en forma del todo regular, la última enmienda constitucional que ha llevado a posibilitar la reelección del Serenísimo Gran Maestro.
Esgrimí objeciones morales y también genuinamente institucionales, ya que toda entidad, de cualquier naturaleza que ella sea, ha de abrir válvulas para la renovación.
Si no se considera conveniente brindar tales expectativas, se llega al corolario de que la misión del Sembrador no ha sido útil, pues no se ha dado origen a los frutos de cuya nobleza se tenga certidumbre.
Podría, ante todos los hechos que he analizado, adoptar una alternativa: seguir junto a quienes comparten mis ansias de renovación dentro del pueblo Masónico o darme por vencido y guardar silencio.
Pero no haré ninguna de ambas cosas.
No creo útil para los Hermanos, cuyos puntos de vista comparto en su alto significado Masónico mi permanencia en la tarea junto a ellos, pues soy un político de acción militante muy definida y, por lo mismo, resulta fácil esgrimir la mezquindad de imputaciones partidistas para desconocer y desnaturalizar la raíz Masónica de mis afanes.
No me acojo al silencio y envío esta nota a mis Hermanos explicando con franqueza mis ideas.
Aspiro que esta comunicación sea juzgada en su exacta dimensión y que ella llegue a constituir un incentivo mas para las inquietudes de tantos Hermanos.
Me resta formular algunas explicaciones estrictamente subjetivas.
Experimento desgarramiento al alejarme de la casa que, espiritualmente, fue la mía por tantas épocas.
Tengo conciencia de que, dentro y fuera de los Talleres, me comporté como un Masón.
Siempre, aun a riesgo de mi posición política, reivindiqué públicamente mi formación iniciática; ante el ataque aleve contra la Orden siempre se me halló delante, ya sea en el Parlamento, en el Comité o en la Asamblea Popular.
Aun dentro de los organismos superiores dentro de mi partido hube de poner de realce la no incompatibilidad entre los principios de la Orden y los programas de tipo socialista: entonces, al igual que esta comunicación trate de analizar la realidad de lo que es, en esencia, nuestra institución Masónica.
Es decir, creo que en mi la siembra fue fecunda y al incurrir en esta mención, recuerdo con recogimiento y gratitud a quienes me brindaron la iniciación, a quienes me prodigaron la generosidad de su ejemplo y a quienes me estimularon a desbastar la piedra bruta.
Mi emoción solidaria se traslada igualmente hacia los Hermanos que, sin vulnerar la prescindencia política de la Orden me procuraron su inapreciable apoyo a mi trayectoria profana, me alentaron con la fe en los postulados de justicia social y me entregaron tantos y tantos testimonios de solidaridad abierta y extraños a cualquier propósito subalterno.
Me acojo a retiro.
Formulo votos por la prosperidad de la Orden dentro de una efectiva misión social, para bien de la Patria, de nuestra América y del mundo.
Deseo que la felicidad mas genuina marque el destino de todos y cada uno de quienes son y seguirán siendo mis Hermanos de verdad.
Saluda muy fraternalmente al Venerable Maestro
Firmado:
Salvador Allende G.
Santiago, 21 de junio de 1965
miércoles, 17 de septiembre de 2008
En la masonería condenamos el cobarde atentado del 15 de Septiembre!
Nosotros la Masonería condenamos el cobarde atentado ocurrido el lune15 de Septiembre de 2008 en el marco de las celebraciones patrias de la Independencia Mexicana en la ciudad de Morelia, Michoacán México, en el que ocho o más personas murieron y más de 100 resultaron heridas.
Nosotros el Gran Pueblo masónico enviamos condolencias a los QQ;,HH:. De ese Gr:.Or:., Quien preside el Foro Secreto Masónico, con profundo dolor envía un ya basta a la Violencia, y un pésame a las familias que sufren la pérdida de sus seres queridos..
Este comunicado que se emite por un modesto Foro Masónico pero que sabemos será leído por Masones de varios Orientes. Expresamos que la muerte de esos inocentes es un crimen que clama justicia al y que preocupa en lo más profundo a la Masonería Toda.
Porque en el Mundo, crece la cultura de la muerte y el desprecio más absoluto por la vida humana, el respeto a la dignidad de las personas, y esto preocupa a los masones del mundo.
Quienes hayan incurrido estos abominables asesinatos, deben saber que podrán escapar impunemente a la justicia profana pero no librarán el juicio de Dios “El Gran Arquitecto del Universo” que, si bien es piadoso, también es juez justo.
"Dios el GADU dará a cada uno según sus obras, y las obras de estos criminales son de destrucción, dolor y muerte.
En una Fiesta Patria donde los mexicanos nos reunimos felizmente a conmemorar pacíficamente un aniversario más de la Independencia Mexicana, y que los mexicanos somos exhortados a la unión,no es justo que sucedan estas atrocidades .
Administrador del Foro Secreto Masónico
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